Ayer tarde por fin, pude volver al mar a pescar. Lo echaba bastante de menos y se ha hecho larga la espera. La jornada no sería fácil, ya que después del parón me costaría tener a punto los reflejos, y las condiciones climáticas tampoco ayudarían a encontrar pescado fácilmente. Planifique la salida para hacer una jornada típica invernal, algún pulpo si había suerte y excepcionalmente tocar algo de escama.
Primera parada del día, para observar el mar
, efectivamente estaba calmado pero precioso como él solo.
Una vez en el agua me siento lento, no adaptado al medio acuático y me cuesta empezar a deslizarme óptimamente en el mar. A pesar de mi torpeza empiezo a ver a algún pulpo que otro, todos ellos muy complicados de coger, ya que estaban muy ocultos, por lo que era esencial y buen tiro para que no fuese una odisea su recuperación.
Tras coger alguno de ellos decido, cambiar de tercio y me dirijo a una punta a hacer un poco de acecho a ver si lograba capturar algún pez. Ya había pasado un par de horas en el agua, lo cual hizo que me sintiera más cómodo en el agua y el acecho salió muy bien. Logré acercarme a un trio de galupes y capturar uno de ellos. Para empezar no ha estado mal.
Después tocó el postratamiento del material
. este galupe acabará en un exquisito ceviche