Amanecía con un mar de fondo poniendo música a las solitarias calles en el alba. La ausencia de aire daba la oportunidad de probar a salir con el zorros de mar.
Ale y yo recogemos a nuestro compi de pesca y nos ponemos mano a la obra.
Empezamos con un poco de jigging ligero y las arañas y jureles nos hacía olvidarnos del mar de fondo.
Observando la sonda a la hora de recuperar la posición buena para seguir pescando observo cómo claramente el punto que guarde hace años, da piedra y que tiene muy buena pinta. Donde con el ancla y cambio de caña para probar con algo de langostino y en la primera tirada una breca.
Todos cambiamos a chambel y el resultado fue excelente. Una buena jornada de pesca.
Y del barco al plato....